1.- Conocer los síntomas. Como quizás ya sepas, los piojos son pequeños y pueden ser de color blanco, marrón o de color gris oscuro. Se encuentran normalmente en la zona de las orejas, la parte de atrás del cuello y se alimentan de la sangre humana. Se ven mucho más cuando están en un cabello que es de color oscuro.

• El síntoma más común de tener piojos es la picazón en la cabeza y en la parte de atrás del cuello.
• En muchos niños, los piojos no producen ningún síntoma hasta que han pasado semanas o meses después de haberse mudado a la cabeza. Por esta razón, es muy importante revisar con la vista y con un peine de púas finas, esto servirá para detectar la infección tan pronto como sea posible.
• Los doctores recomiendan pasar el peine para eliminar los piojos después que el niño salga de la ducha, mientras en cabello está húmedo.

2.- Enseña a los niños la importancia de no compartir ciertas cosas. Debido a que los piojos en la cabeza suelen afectar a los niños durante la escuela. Es importante vigilar en qué ocasiones el niño comparte algunos objetos. Probablemente querrás animar a tus hijos a que compartan, pero lo mejor es que los desanimes a compartir las siguientes cosas:

• Sombreros
• Cintas para el cabello
• Accesorios para el cabello
• Almohadas
• Peines
• Cualquier objeto que esté en contacto directo cabeza con cabeza entre el portador y el portador potencial.

3.- Ten en cuenta a los portadores de piojos. Obviamente, los piojos son irritantes, pero no debes tratarlos como si fueran una enfermedad infecciosa. En su lugar, debes tener cuidado con aquellos que han tenido piojos o con los que están siguiendo un tratamiento. En el conocimiento está el poder.

• Si alguien tuvo piojos y fué tratado, pero aún no han pasados 2 semanas desde que recibió el tratamiento, procura no tener contacto con sus prendas. No debes tenerles miedo, pero evita situaciones que impliquen estar en contacto con los piojos, especialmente si el contacto es cabeza con cabeza.

4.- Revisar. Los piojos comúnmente aparecen en las escuelas o en los campamentos de verano. Si en tu escuela o en tu campamento no lo comprueban regularmente, pide en la enfermería de la escuela que lo hagan de vez en cuando durante la semana. Si la enfermería no puede, haz una cita con el médico de familia para comprobar si hay piojos.

5.- Lava regularmente lo que ha llevado puesto tu hijo o lo que usa para dormir si sospechas que podría haber estado expuesto a los piojos. Esto incluye:

• Lava las sábanas de los niños en agua caliente.
• Lava cualquier prenda que el niño haya llevado puesto en las 48 horas pasadas.
• Mete en la secadora durante 20 minutos cualquier peluche con el que tus hijos hayan podido dormir.

6.- Lava el cabello en agua templada con productos para el cuidado capilar, con alcohol isopropílico o un champú medicinal. Los productos para el cuidado capilar como cepillos, peines, coleteros, cintas para el pelo, pasadores, etc., deben lavarse de forma periódica para matar cualquier piojo. Si dudas de alguna cosa, es mejor estar seguro que lamentar.

7.- Usa el producto correcto para repeler los piojos. Ya sea por el olor de cierto producto o por una reacción química adversa, los piojos tienden a alejarse de:

• El aceite de árbol de té. Puedes usar un champú o un acondicionador con este ingrediente para repelerlos.
• El aceite de coco. Este aceite es conocido por que disuade a los piojos.
• El aceite de mentol, de eucalipto, de lavanda y aceite de romero. Lo más probable es que a los piojos no les gusten estos olores fuertes.
• Existen algunos productos capilares que repelen los piojos. Asegúrate que no usas champús que eliminen los piojos a menos que estés seguro de tenerlos, o será perjudicial para tu cabello.

8.- Aspira el suelo o cualquier tapicería donde pueda haber una colonia de piojos. Una vez al mes, aspira en profundidad y golpea cualquier zona alfombrada o tapizada donde los piojos puedan reproducirse o entrar en contacto con una persona.